Su magia
Entre montañas boscosas, llanuras cubiertas de magueyes y una gran laguna, aparece Tlaxco; un pueblo de raíces otomíes que conduce parte de su vida en la fermentación y extracción de pulque; en hacer deliciosos quesos y en crear interesantes piezas de madera. Las calles de su centro están custodiadas por las torres de su parroquia y la cantera rosada de la Capilla de Lourdes. Aquí, el caminante es acompañado por un azulado cielo que encaja perfecto con los colores de las haciendas y el intenso amarillo de su capilla del Santo Calvario.
El motivo
Sus haciendas pulqueras
- Por siglos, la economía de Tlaxcala se basó en la producción del pulque. Sus haciendas, en conjunto, producían miles de litros de esta bebida que era llevada en barriles a la Ciudad de México.
- Hacienda Tepetzala es un icono en la producción agrícola, del pulque y ganadera. Aún conserva sus características arquitectónicas.
- Hacienda Xochuca posee 150 hectáreas de sembradíos y aquí se dedican a la extracción y fermentación del pulque.
- Ex Hacienda Xalostoc fue una de las más ricas de la región. Ahora ofrece servicio de hospedaje y espacios para eventos. En 2001 ganó el Premio Nacional de Restauración Histórica.
- Ex Hacienda San Buenaventura (pulquera) data del siglo XVIII y conserva su fachada original.
Lo básico
Recorrer las haciendas pulqueras y conocer todo de esta bebida: desde los campos, el corte, la extracción y la fermentación.
Imprescindibles
- Conocer los retablos del siglo XVIII de la Parroquia de San Agustín.
- Tomar pulque en las haciendas Xochuca y Tepetzala.
- Pernoctar en una hacienda o centro ecoturístico.
Autobús:
ATAH sale de la capital tlaxcalteca a Apizaco, de ahí tomar transporte colectivo a Tlaxco. De la Angelópolis llegan directo por esta misma línea.
Avión:
Aeromar, Aeroméxico y Volaris llegan a la Angelópolis.