Su magia

Ahuacatlán se localiza en la región sur de Nayarit, a sólo una hora de camino de Tepic, capital del estado. Fue fundado por la tribu Nahoa, en su peregrinar hacia el centro del Anáhuac. Es un destino rico en edificios históricos y rodeado de maravillas naturales. Hasta mediados del siglo XIX, Ahuacatlán permaneció como uno de los más importantes núcleos de población en el sur de Nayarit. Sus habitantes por muchos años se dedicaron al comercio, la arriería y la agricultura, pues el gran Camino Real, que se encargaba de unir a Guadalajara con el puerto de San Blas, cruzaba por el corazón de este destino.

Desde el majestuoso templo de San Francisco de Asís, hasta los idílicos parajes de Las Tinajas, Ahuacatlán es un hermoso secreto que está listo para ser descubierto.

El motivo

Además de ser un importante asentamiento histórico y conservar la arquitectura que da muestra de ello, Ahuacatlán tiene muchas áreas verdes, que son el escenario perfecto para practicar turismo de aventura y relajarse en medio de la naturaleza. Asimismo, delante del templo de San Francisco de Asís, se encuentra el Jardín de los Hijos Ausentes, rodeado por puestos de comida donde podrás deleitar a tu paladar con los platillos típicos del pueblo como las tostadas de pata, las tortas de “Chago” o las tortillitas, la botana favorita de los ahuacatlenses.

Lo básico

• Visitar el Templo de San Francisco de Asís que data del siglo XVII y su reloj que fue donado por el presidente Álvaro Obregón.
• Refrescarse en los balnearios de sus alrededores como Las Tinajas que tienen albercas de agua de manantial y paisajes boscosos.
• Explorar las ruinas del Templo de San Juan Evangelista.
• Otros edificios que debes recorrer son el Palacio Municipal y la Casa de la Cultura.
• Relajarse en Acatique, un centro de recreación acuática y balneario rústico con albercas de agua templada y paisajes de árboles frutales.
• Del 25 de septiembre al 5 de octubre, se celebran las fiestas patronales en honor a San Francisco de Asís.

Imprescindibles

1. Visita los templos de San Francisco de Asís y la Inmaculada Concepción.
2. No dejes de probar las ricas cajetas, que son una delicia típica del pueblo. Las más famosas son las de mango, un manjar local.
3. Explora las ruinas del Templo de San Juan Evangelista.
4. Refréscate en los arroyos del Tetitlán, los Chiltes, Agua Caliente, el Ermitaño y las Minas.
5. Las Fiestas de Octubre también son un imperdible en Ahuacatlán y una de las celebraciones más esperadas del año.