Su magia
En este pueblo serrano abundan dos cosas: el agua y los colores. Tiene una laguna en el centro, pero también ríos, cascadas y pozas termales en derredor. En ella se festeja el Día de Muertos con un ritual que recuerda el camino prehispánico del alma hacia el Mictlán. Cuando no hay fiesta, los días pasan de todas formas coloridos. Las fachadas de las casas, el quiosco de la plaza principal y las esferas que se fabrican poseen siempre, para combatir la rutina, tonos vivos.
El motivo
La laguna de Chignahuapan
- Hasta ella llega la peregrinación que parte del zócalo durante el Festival de la Luz y de la Vida.
- En medio del agua se representa, durante ese festival, un ritual prehispánico lleno de luces.
- Se puede pasear en lancha sobre su superficie cubierta de nubes reflejadas.
- En septiembre es sede de un Torneo de Pesca de Trucha.
Lo básico
Peregrinar con una antorcha encendida hasta la laguna en Día de Muertos.
Imprescindibles
- Probar el pan de higo y el pan de queso de la panadería La Condesa.
- Ver los murales que cuentan la historia del pueblo a la entrada del Palacio Municipal.
- Conocer el Santuario del Honguito en Ixtlahuaca.
Autobús:
ATAH y Supra salen de la Angelópolis.
Avión:
Aeromar, Aeroméxico y Volaris llegan a la Angelópolis.