Desde aquí, puedes apreciar la belleza de la sierra mazateca y el Pueblo Mágico de Huautla. Aprovecha también para ver la placa con el rostro de la sacerdotisa María Sabina; diseñado en cera y fundido en bronce por el escultor y pintor Mario Fernández Merino. Al rostro le acompañan la figura de un águila que representa a la naturaleza que cobija al hombre, un caracol que implica la comunicación del hombre, y una serpiente que es el constante movimiento de la tierra.
