Su magia
Al sur del estado aparece el pueblo de Yuriria. Sus días giran en torno al convento que más parece castillo, aquel que tuvieron a bien dejar los agustinos. Fueron ellos quienes también construyeron la enorme laguna artificial que mantiene lejos las enfermedades y abastece de agua al poblado desde hace siglos. La gente pesca y pasea en lancha sobre su superficie; o a veces espera la llegada del atardecer en otro cuerpo de agua, el Lago Cráter, que si tiembla se pinta de rojo.
El motivo
El Templo y Convento de San Pablo
- Los agustinos lo inauguraron en 1559, y si asemeja una fortaleza es debido a los continuos sublevamientos indígenas.
- La fachada del templo posee finos rasgos platerescos, su interior estuvo adornado con retablos de madera que se incendiaron.
- Bajo las bóvedas con nervaduras góticas se halla, en el altar principal, la imagen de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro.
- El ex convento es ahora un museo donde se exhiben fotografías, piezas de arte sacro y pinturas virreinales.
Lo básico
Es necesario subir a la terraza del convento para desde ahí apreciar un par de ahuehuetes centenarios y la famosa Laguna de Yuriria.
Imprescindibles
- Buscar en la tarde, detrás del Ex Convento de San Pablo, el carrito que vende pan de fruta de horno.
- Comer chimichangas o enchiladas mineras en el restaurante El Monasterio.
- Probar los atoles que el pueblo presume: de garbanzo, de trigo, de tamarindo y guayaba.
Autobús:
Primera Plus, viaje directo desde CDMX; Omnibus de México llega a Celaya. De ahí tomar colectivo a Yuriria.
Avión:
Aeroméxico e Interjet llegan a León.