Su magia
Con su vegetación exuberante, su olor a flores, su ex convento agustino y su adoratorio mexica en lo alto del cerro, Malinalco se ha convertido en una escapada perfecta en el centro del país. Y, desde luego, a este pequeño pueblo de fuerte sabor indígena no le faltan restaurantes de autor, spas, pequeños hoteles de lujo, un campo de golf y varios museos.
El motivo
Cuauhtinchán
- Este centro ceremonial mexica labrado en la roca del Cerro de los Ídolos es único en su tipo en Mesoamérica.
- Aparentemente se usó para entrenar a quienes se convertirían en guerreros águila y jaguar. En la Casa de las Águilas, su estructura principal, se llevaban a cabo las ceremonias de iniciación.
- Hay que subir más de 400 escalones para llegar al adoratorio en un agradable paseo con vistas espectaculares. Allí comienza la aventura.
Lo básico
Apreciar el interior del Cuauhcalli y de la Casa de las Águilas. El templo monolítico tallado sobre la roca madre del cerro. ¡Esta maravilla ha sido comparada con los Gigantes de Abu Simbel en Egipto y Petra en Jordania!
Imprescindibles
- Conocer la Capillas de Barrio a bordo de una chicharra.
- Comprar frutas y comer tacos en el mercado de la calle Juárez.
- Cenar en Los Placeres.
Autobús:
Tres Estrellas del Centro y Autotransportes Águila llegan a Chalma, de ahí hay taxis y microbuses a este pueblo.
Avión:
Malinalco está a 122 km (2:20 horas) del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, desde donde salen vuelos a toda la República Mexicana y a numerosos destinos internacionales.
El Aeropuerto de Toluca (a 60 km; hora y media de Malinalco), tiene un vuelo directo a Cancún (Vivaaerobus), así como otros de temporada.