Su elegante silueta blanca se antoja como escenario de historias de altamar. Llevar a buen puerto a los marinos que venían de España, Francia e Inglaterra fue su misión. Desde 1907 se dibuja a orilla de Isla Aguada; con una arquitectura de estilo neoclásico francés que consta de dos niveles y una torre de 18 metros de altura. Al mirarlo de cerca es posible apreciar las columnas y balaustradas originales también de origen francés.
Investigaciones especializadas en faros indican que el de Isla Aguada formaba parte de una serie de siete faros distribuidos en Tamaulipas, Veracruz, Campeche y Yucatán.
Ahora como Centro Cultural Comunitario, con museo y biblioteca, continúa guiando a quien desee saber más de lo que en Isla Aguada ha sucedido a lo largo de su existencia.